Duelo Atípico Por COVID-19 ¿Cómo sobrevellevarlo?
Hasta la fecha (22/4/2020) el corona virus, le ha arrebatado la vida, a nivel mundial a 181,218 personas, a nivel latinoamericano a 5,896 y en Honduras a 46 personas. Estas cifras no se detendrán, sino que seguirán creciendo, por lo tanto a medida que el contagio aumente, es probable que cada uno nosotros sufriremos, porque perderemos a un amigo, a un vecino, a un compañero de trabajo o a un familiar.
El corona virus además de la crisis sanitaria que está provocando, también ha impactado en nuestra manera de vivir y en la manera de afrontar la muerte. Antes de esta pandemia podíamos despedirnos de nuestros familiares moribundos y acompañar en la velación del difunto. Hoy no lo podemos hacer porque debemos permanecer en casa y el cadáver debe ser sepultado lo antes posible. Es decir, ya no es posible despedir a nuestros difuntos, como lo hacíamos tradicionalmente y esto repercute en el proceso de duelo, entendido este, como la reacción emocional tras la pérdida de alguien significativo. No cabe duda que estamos frente a un duelo atípico.
¿Qué hacer si no pudimos despedirnos de nuestro ser querido, porque estaba en la unidad de cuidados intensivos? ¿Qué hacer si no pudimos realizar un velorio? ¿Qué hacer si no pudimos ir al cementerio? ¿Qué hacer si experimento culpa?
ALGUNOS CONSEJOS QUE PUEDEN AYUDARNOS EN ESTE PROCESO DE DUELO ATÍPICO.
- Eliminar los ¿Por qué? (¿Por qué falleció? ¿Por qué él o ella? ¿Por qué tuvo que pasar? etc y los “hubiera” (Si no hubiera salido…, si lo hubiéramos traído antes, etc). Insisto el ¿Por qué? y el “hubiera” no sirven para nada. En lugar de eso use el ¿Cómo?: ¿Cómo sigo adelante con mi vida? ¿Cómo honro su memoria? ¿Cómo le doy sentido a mi vida? Etc.
- Validar y aceptar las emociones experimentadas después de la muerte del ser querido: tristeza, abatimiento, rabia, impotencia, culpa e incluso alivio. Estas emociones además de ser normales, usted tiene el derecho de experimentarlas.
- Redactar una carta de despedida, plasmando todo lo que siente y donde al final se despide del ser querido que falleció. Puede leer la carta frente a una foto del difunto, con una vela encendida. Al finalizar puede quemar la carta y enterrar sus cenizas en algún lugar de la casa.
- Preparar una despedida de la persona fallecida, al cumplir los nueve días: recopile fotos, recuerdos agradables y recuerde los aportes que esa persona le entregó a usted. Esto lo puede hacer en su núcleo familiar.
- Finalmente. Recuerde: la vida continua. Siga con sus rutinas diarias, aunque no tenga ganas. El principio de la activación conductual sostiene, “que se deben hacer cosas para estar bien y no esperar estar bien para hacer cosas”.
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