Incertidumbre en tiempos de COVID-19
No nos hubiéramos imaginado nunca que no íbamos a poder compartir, platicar, comer normalmente con nuestros allegados, mucho menos aún que no pudiéramos abrazar a nuestros padres, hermanos, sobrinos, el día de su cumpleaños por ejemplo; ante estas situaciones nos sentimos tristes, frustrados y sobretodo sentimos incertidumbre, nos preguntamos ¿Cuándo terminará todo esto? ¿Cuándo regresaremos a la normalidad? ¿Cuándo acabará esta pesadilla?
Hemos estado sometidos a grandes cambios en muy poco tiempo, cambios que nos parecen tan extremos, algunas personas los aceptan fácilmente y otras se reúsan y les lleva más tiempo aceptarlos, todo eso depende de la personalidad, educación y hasta del conocimiento que cada uno tiene.
Estos tiempos nos están afectando de manera emocional, nuestra rutina ha cambiado por completo sacándonos de nuestra zona de confort y llevándonos al abismo del miedo. Es natural que empiece a aparecer sentimientos de impaciencia, irritabilidad y hasta tristeza, porque han cambiado todos los aspectos de nuestra vida.
¨Vemos la incertidumbre como una amenaza potencial para nuestro bienestar¨ nos dice Neda Gould, profesora de psiquiatría de la Universidad John Hopkins.
La incertidumbre de no saber cuánto durará esta situación, si nos afectará directamente a nosotros o algún miembro de nuestra familia, si afectará nuestra fuente de trabajo, si podremos en algún momento volver a la normalidad.
Los expertos recomiendan seguir con ciertas rutinas que teníamos para poder lidiar mejor con esta nueva realidad, rutinas como pasear el perro, despertar a la hora habitual para ir al trabajo, si estamos en teletrabajo ubicar en casa un lugar apto para el trabajo y mantener un horario, preparar el desayuno, ordenar nuestra habitación, etc, todo esto para que podamos mantener ciertas costumbres que teníamos previo a la pandemia.
Tenemos que saber que esto nos solo te está pasando a nosotros, casi nadie en el mundo estaba preparado para este nivel de incertidumbre, todos necesitamos cierto nivel de seguridad en nuestra vida, por lo que estamos en este momento obligados a desarrollar una correcta gestión de la incertidumbre y poder controlar el estrés y la ansiedad que se deriva de ella.
- Primero nuestro bienestar – el cuidado de la salud física y emocional, realizando cosas que nos ayuden a mantenernos tranquilos.
- Deja de criticar a los demás, cada quien reacciona de manera diferente, tampoco nos castiguemos si llegamos a sentir miedo o ponernos irritables, reconozcamos estos sentimientos y pensemos en cómo lidiar con ellos.
- Mantenernos conectados con nuestra familia y amigos de manera virtual, esos contactos aunque sean indirectos siguen siendo importantes para nuestra salud mental.
- Aceptemos la nueva vida, aceptemos que todo está en constante cambio y que no tenemos control de eso.
- Divirtámonos, encontremos actividades divertidas que se puedan desarrollar con nuestra familia, haciendo una nueva rutina agradable.
No todo es negativo, cambiemos la forma de ver las cosas, de toda situación por difícil que sea surgen cosas buenas, que la situación no nos impida seguir enfocados en nuestras metas.